Prólogo: 29 de Febrero
Desayuné, me despedí de mi esposa y comenzó el viaje de 4 hs. El tren hizo cuatro paradas, subió gente de toda índole, mayores, jóvenes y de mediana edad, excepto niños. Muchos con sus teléfonos y portátiles sumergidos en quién sabe qué. Llegó puntual a mi destino.
Con antelación presenté mi billete de embarque y pasaporte, el avión listo en horario. Ya, en el asiento del pasillo que escogí cuatro días antes y mentalizado para 12 hs de vuelo rumbo al otro hemisferio.
El comandante nos dio la bienvenida, explicó el plan de vuelo cumpliendo su rutina. Despegamos, la ciudad fue borrada por las nubes. El eterno sol resplandeciente allí arriba, testigo impávido.
Justo allí en ese momento a miles de metros del suelo un destello cruzó mi mente. Fugaz y brillante me despertó me despejó e iluminó todo. Visualicé en estremecedor relámpago, a multitud de niñas y niños que generación tras generación crecieron aprendieron a sobrevivir se esforzaron fueron madres y padres inquietos intrépidos creadores, trabajadores, precisos y minucioso en sus metas.
Nosotros allí!!. La recompensa es nuestra.
Estábamos allí!!. El esfuerzo de toda la humanidad
que me antecedía y presente. Siempre fue así siempre estuvo allí, siempre lo supe pero nunca lo sentí tan fuerte tan real,
tan ineludible.
Todas esas personas incluso tú, somos los que hemos logrado llegar hasta aquí. Por motivo vital que todo ser siente,
la necesidad de evolución.
El periódico en mis manos multiplicó esa sensibilidad dramáticamente. Increíble que unos pocos tan pocos y tan poderosos puedan causar tanta desdicha a unos miles de metros más abajo sobre la tierra, explotación, guerras, exterminio
y hambre.
No!!. No actúes, no hagas nada, no te informes, estas en tu derecho si lo supones. Continúa impávido, es este día….
un lapsus… Es el resincronizar del tiempo humano con el universal. Tan rotundo como el 29 de febrero.
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Understar:
Percibir unipersonal,
del comportamiento de culturas, potencias mundial y multinacionales.
Si, a la Corte Penal Internacional,
Y la vigencia plena de los Derechos Humanos.
Sí a la Paz 2019